jueves, 11 de diciembre de 2014

Así vivimos la etapa entre Martos y Villardompardo (y 2ª parte)

Salíamos de Martos  pensando que querría la virgen decirnos y a mi cabeza llegaba un pasaje de la biblia: Preparad el camino al señor, allanad sus senderos… Eso hace este rebaño de la Morenita, preparad su alma y abrir los brazos para quien quiera rezar con nosotros… Si Juan el Bautista iba vestido con piel de camello y una correa de cuero, como los humildes, los que siguen a Juan Alonso de igual manera caminan sencillos pero con el alma engalanada para la Señora, si él decía: detrás de mí viene el que puede más que yo y no me merezco agacharme a atarle las sandalias, nosotros caminamos sintiendo lo mismo… No somos merecedores de rozar si quiera el manto de la Santísima Virgen de la Cabeza, pero ella como madre de bondad que es nos acoge en su celestial seno… Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con espíritu santo decía Juan el Bautista… Y a eso aspiramos todos los hijos de Dios… A recibir de él su bendición…

Y con unas inmensas ganas de Dios, de llenarnos de EL, de abrazar a su madre y de sentirnos más cerca de ella que nunca llegamos a Villardompardo…

Cohetes anuncian que los peregrinos llegan al pueblo, gentes de hermandades filiales con la Matriz por bandera abren sus brazos para recibir a un grupo parroquial que sueña con ser hermandad y procesionar a la “del semblante moreno” por las calles de su pueblo…

Un redoble de tambor hacia que se nos encogiera el alma, pues el tremolar de dos banderas y el brillo del impoluto del cetro de Martos se acercaban a nosotros…. Ellos no podían faltar, como tampoco podía hacerlo la persona que se comprometió amadrinar al grupo parroquial de Villardompardo, Pepe el Chato, las emociones se sucedían a un ritmo vertiginoso, no eran lágrimas de pena las que corrían por las mejillas de nuestro compañero Cirilo al recoger el báculo de Martos, para junto a Ana ser la imagen de esos valientes villarengos que sueñan con ser cofradía.

Los de las botas llenas de polvo y la medalla oscura cansados avanzábamos emocionados por el pueblo, los vecinos aplaudían, alababan a la Madre de la Cabeza y sentían que no estaban solos… Pues la virgen había decidido que su rebaño tenía que juntarse en el Villar… Y allí entre romeros que desbordaban emociones contenidas, peregrinos entregados a lo que ELLA nos mande, devotos de María y un sinfín de personas que decidieron apoyar a Cirilo, a su pueblo y a esta asociación… Continuaba nuestro discurrir por donde hemos puesto nuestra sede social, y al pasar junto a ella, una banda de música comenzó a tocar un pasodoble poniendo alegría en nuestros corazones y recordándonos que Dios nos creó para ser felices…

Nuestras caras eran a viva imagen de la felicidad, nos sentíamos en tierra santa, porque santa es la tierra que se pisa con fe… 

Llegamos a la calle Virgen de la Cabeza donde nos esperaba el pueblo entero, y un altar bendito del que salía un azulejo con una imagen de la Morenita que el Villar había levantado en su honor.
Tras un enternecimiento extremo al descubrir dicho azulejo, al escuchar las palabras del sacerdote al bendecirlo, poemas de sus gentes a la Madre del mundo, y las intervenciones de nuestro presidente, de Pepe el Chato en representación de Martos que termino sus palabras cantando “Que cuando miro tu cara toas las penas me quitas”, llegó el momento de Manolo Hermano Mayor de la Cofradía Matriz, buen romero, sencillo y ejerciendo su labor de una manera encomiable. Para finalizar las palabras del Alcalde de Villardompardo y una pequeña reflexión de esta comisión.

Los sones de “Morenita y Pequeñita” nos transportaron a su cerro una vez más y como hermanos que sienten que agarran la misma vara nos fundimos en un fraternal abrazo.

Llegó el momento de un pequeño compartir que nos brindó la corporación municipal del Villar y tras eso…

Los que siguen a Juan Alonso se sentaron a la mesa para disfrutar de nuestra comida de navidad… Donde no faltaron las lágrimas, como las de Carmen al sentirse tan feliz, las sonrisas como la de Francisco al saberse con el trabajo bien hecho tras muchas dificultades, alegría la que siempre nos regala Pedro, ternura la que desborda “mamá Aguilera”, inocencia que desprende Almudena, esa nobleza de Fernando, la ingenuidad de Manuel Aguilera, la espontaneidad de Soledad… Y así podría describirlos uno a uno… Porque lo mejor de esta peregrinación siguiendo la Ruta del Pastor de Colomera no es otra cosa que el rebaño que la hace con la mirada puesta en su cara Morena…
Nos volveremos a ver cuándo cambien el calendario…

Hasta el día 22 de febrero… mientras… OS ECHAREMOS DE MENOS!!!

¡FELIZ ADVIENTO!


Yolanda Beneito Soria
Comisión  Devocional y Evangelizadora
Asociación Mariana y Peregrina "Tras los pasos de Juan Alonso"

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